martes, 10 de enero de 2017

Evolución de la economía desde el Siglo XVI hasta nuestros días

La historia económica de España desde el siglo XVI hasta la actualidad se puede resumir en varios acontecimientos importantes que supusieron un cambio de tendencias o una evolución de la economía. 

Para empezar, a principios del siglo XVI las ciudades de la península experimentaron un crecimiento económico a distintos niveles debido a la reconquista y repoblación. Caracterizándose este crecimiento por una expansión agraria y de población hacia el sur de España a lo largo de este siglo, junto con el desarrollo de estas ciudades en sus industrias, comercios y las actividades financieras, lo que llevo a la expansión descubridora por América, la búsqueda de oro y especias, y la explotación pesquera en África y las Islas Canarias. Debido a este crecimiento económico y del oro en circulación se produjo una inflación moderada de 1,5% anual, provocando subidas de precios y descontento social, por lo que en la segunda mitad de este siglo, aunque Felipe II intento reparar el bache económico que sufría la hacienda pública a causa de los enormes gastos y la necesidad de crédito inmediato, se originó la gran crisis económica de 1575, declarándose en bancarrota el estado español y mediante acuerdos transformándose la deuda de flotante a consolidada. Mediante el sistema de asientos, Felipe II consiguió salvar el bache a corto plazo, aunque mantenía el fantasma del crédito, ya que pagaba siempre más del dinero que pedía prestado.

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El siglo XVII, a diferencia del XVI, se convirtió en una época de decadencia, la cual recorrió toda Europa, poniendo fin la época de crecimiento económico basada en el dinamismo del interior, produciéndose un empuje de la zona litoral en la segunda mitad del siglo, el cual se prolongara hasta nuestros días. En 1609, hubo una nueva crisis debido al elevado coste de la guerra en Flandes, compensando las deudas mediante jura-rentas de la corona y finalmente quedando el tesoro endeudado de nuevo con los acreedores. Esta nueva situación se debe a que el oro obtenido desde América no favoreció el desarrollo de la estructura económica, sino que acostumbro a la población a la obtención de dinero fácil y encareció los productos con referencia al extranjero. Los metales importados fueron una panacea momentánea, aunque con el paso de los años esta cantidad fue disminuyendo y esto provocó la paralización del comercio y la derrota militar.

Con la llegada de los Borbones en el siglo XVIII con la llegada de Felipe V se mejoró la situación económica luchando contra la corrupción y la mala situación del país. Creando una secretaria de hacienda y se eliminaron restricciones comerciales con los decretos de Nueva Planta. Por otro lado se disminuyó la deuda pública. Por otro lado, con el reinado de Carlos III se incrementó la industria de la manufacturación de lujo con la liberación del comercio exterior en 1778 y la apertura de nuevos puertos comerciales.

En el siglo XIX, a diferencia de la revolución industrial producida en Inglaterra, en España se generó un modelo menos capitalista con presencia de agricultura tradicional en zonas rurales aisladas con pequeñas interacciones entre ellas. Además cabe destacar que el estado presentaba un déficit presupuestario debido la anterior crisis y por otro lado, no tenía medios ni organismos que permitieran el desarrollo de la industrialización. Este proceso si se llevó a cabo en Cataluña y posteriormente en 1833 en el resto de España con el reinado de Isabel II, cuando se produjo financiación con capitales externos, a través de las sociedades de crédito mobiliario, para sufragar el proceso de industrialización lo que permitió avances como el ferrocarril y la explotación de recursos mineros a finales de este siglo.

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España finalizo el siglo XIX y comenzó el siglo XX intentando recortar distancias con sus vecinos de Europa y perdiendo sus últimas colonias de América. España empezó el siglo con una etapa de proteccionismo que con la ley de 1907 que permitía una mayor intervención económica del estado en los procesos de producción nacional. Este proceso de economía nacional se prolongó hasta el primer tercio de siglo donde una zona agraria interior proporcionaba cultivos para el comercio interior del propio país, una zona periférica industrial protegida por el estado producía para el propio país, y una tercera zona del mediterráneo exportaba los productos intercambiando estos con las importaciones necesarias para que funcionara la economía interna. Este sistema redujo el analfabetismo y provoco un proceso de crecimiento económico a distintos niveles sociales y económicos.

Tras la segunda república, entre 1939 y 1957 la economía evoluciono a un modelo económico autárquico, con una permanente crisis tras la guerra civil, con caídas en el consumo y la producción, produciéndose racionalización de los productos de primera necesidad hasta 1952. Estas restricciones se trasladaron al mercado internacional donde se endurecieron los permisos para poder importar productos y se incrementaron los aranceles, generando un complejo de hasta 50 industrias (Instituto Nacional de Industria) que autoabastecían a la nación, permaneciendo esta institución hasta 1995.

En 1957 se produjo una apertura al comercio exterior debido al aumento de las deudas internacionales, la subida de la inflación y el gran desequilibrio presupuestario, creando un plan de estabilización con unos ministros llamados tecnócratas. Algunas de estas medidas fueron la disminución del gasto público y de la inflación, incremento de la inversión extranjera entre otros. Estas medidas permitieron el desarrollo de la economía con un crecimiento europeo, aumento de la emigración y el turismo hasta 1973, cuando se produjo la crisis del petróleo y dos años más tarde la muerte de Franco, generándose una nueva depresión en 1977, en las vísperas de las primeras elecciones generales democráticas.

Pactos de la Moncloa
En este mismo año se acordaron los Pactos de la Moncloa, que permitieron la toma de medidas para reajustar la situación económica tan delicada que sufría el país.

En 1985, se produjo un crecimiento económico que se acentuó por la adhesión a la Comunidad Económica Europea tras la gran recesión que duro hasta 1984 y las negociaciones largas, difíciles y costosas firmadas en el tratado con la CEE.

A finales del siglo XX y hasta 2007 se produjo un crecimiento económico de un 3,5% anual con un descenso del desempleo y una elevada tasa de empleo, a esto se le unió la caída de los tipos de interés que provoco un aumento de la burbuja inmobiliaria, la cual terminaría desembocando en la crisis económica de 2008 que llega hasta nuestros días, donde la economía española ha experimentado un proceso de recesión y un endeudamiento debido a los recates de la banca, generando una elevada tasa de paro e índices de morosidad y con ello una devaluación de los activos inmobiliarios.

7 comentarios:

  1. Piensa que hemos evolucionado tecnológicamente sobre todo económicamente aver si levantamos cabeza

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    1. En mi opinión en ciertos aspectos si, pero en otros seguimos cometiendo los mismos errores del pasado. Gracias por su aportación

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  2. Buen artículo, tal vez podrías haberte extendido un poco mas en la realidad económica de nuestros días. Suerte.

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    1. Tiene razón pero a mi entender a fluctuado poco la situación económica por qué se aprecian cambios muy reducidos. Gracias por su aportación, sus opiniones son muy instructivas para mí

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  3. Buen trabajo y la verdad es muy útil si estas estudiando precisamente temas muy relacionados con este.

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    1. Gracias por tu comentario me alegro que te haya resultado de gran ayuda

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  4. Un muy buen artículo sobre el tema de la economía. Me ha sido de gran ayuda para mis estudios sobre la economía europea en la etapa que transcurre del siglo XVI al XVII. Mis mas sinceras felicitaciones por este artículo y le doy las gracias.

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